Curiosidades morfológicas son las que plasma el artista de Nueva York, Travis Louie, que revive con cada trabajo aquellos shows freaks que recorrían en tiempos pasados las polvorientas carreteras americanas.
Con gran destreza, éste artista nacido en Queens, va ampliando con cada nuevo acrílico el bestiario fantástico de su particular universo. Criaturas con deformaciones imposibles que son retratadas con total cotidianidad por el pincel de Travis. Además, el artista no se limita a imaginar al personaje y a pintarlo, sino que lo acompaña de una pequeña biografía dándole su propia personalidad. Una realidad paralela imaginaria en cada una de sus obras que, quién sabe si solo es imaginaria por pura suerte evolutiva.
Travis tan solo intenta buscar un pequeño hueco en la sociedad para aquello que podría haber sido, pero que se quedó en simple posibilidad.
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